Diversidad

En todo equipo existe diversidad. Si la gestionamos bien vamos a tener un equipo resiliente, que aprovecha y potencia el talento de sus miembros y que responde positivamente a los retos del entorno, pero si no lo hacemos desde el conocimiento y el cuidado que aporta el rol del facilitador, la diversidad también puede ser fuente de graves conflictos. Con la facilitación y el liderazgo consciente (elderazgo) nos aseguramos de que todas las partes son escuchadas y respetadas, de que las diferencias son integradas, reconocidas en su valor e individualidad y desde ahí en su capacidad para colaborar y complementarse unas con otras contribuyendo al propósito compartido.

Adaptabilidad

Además de la diversidad presente en los propios grupos, vivimos en un entorno complejo y cambiante, en el que liderar, acompañar o trabajar en equipo no es tarea sencilla: muchas veces nos sentimos fuera de nuestra zona de confort, nos enfrentamos a nuestras inseguridades, nuestra «leña por quemar» y nuestras creencias y patrones aprendidos que no siempre son los más adaptativos y beneficiosos para nosotras ni para el equipo. Muchas veces no sabemos cómo actuar, porque no tenemos suficientemente desarrolladas ni entrenadas algunas competencias clave: la gestión de las emociones, una comunicación asertiva y honesta, la gestión de la incertidumbre, etc.

Nuestra formación en facilitación te puede ayudar a:

1. Entender mejor lo que ocurre en los grupos. Comprender el funcionamiento de los grupos desde la Teoría de los sistema vivos. Somos naturaleza e imitamos muchos de sus procesos.
2. Facilitar tus propios grupos y equipos puesto que aprenderás habilidades y herramientas que podrás incorporar a tu «maleta» en el acompañamiento de grupos y el trabajo en equipo para hacerlo de forma más efectiva y cuidadosa.
3. Mejorar tus competencias y desarrollarte como persona. Tomar conciencia de tus patrones personales y cambiarlos, descubrir tu máximo potencial y utilizar cuidadosamente tu poder como agente de cambio.