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Acompañamiento individual para el crecimiento profesional

Acompañamiento individual mentoring

¿Cuál es el beneficio que obtengo en un espacio de acompañamiento individual en el que exploro mis retos, cualidades, miedos, desafíos…?

¿Existe algún inconveniente al respecto? ¿Hay algo de lo que me podría arrepentir? ¿Algo que podría perder si mirara un poco más allá?

“Cuando exploramos y buscamos en nuestro interior, más consciencia tomamos de lo que nos sucede, lo que sentimos y cómo actuamos. Al ser más conscientes, más posibilidades de cambio. Como más cambiamos, más transformación personal y consecuentemente más evolución global”.

El sistema de creencias: ¿apoya o boicotea los espacios de acompañamiento individual?

Hoy en día para muchísimas personas resulta muy difícil priorizar un espacio individual donde poder revisar cómo se actúa en ciertas situaciones e identificar cómo se podría hacer mejor y con más bienestar para la propia persona y su entorno.

Evidentemente priorizar un espacio como este implica lidiar con factores de conciliación familiar, economía, horarios, inaccesibilidades varias, etc. Pero aparte de estos factores más logísticos y pragmáticos, que son de gran importancia, también opera un sistema de creencias que, aunque está evolucionando, continúa emitiendo mensajes implícitos que cuestionan la autocrítica y el crecimiento personal.

¡El boicot a la imperfección!

Hasta hace muy poco y todavía hoy en día en algunos contextos “ir a terapia significaba estar loco/a o tener serios problemas”, por lo tanto, compartirlo públicamente, suponía estar expuesta al juicio y al aislamiento social. Este es solo un ejemplo de la asociación negativa que se hacía cuando alguien decidía buscar ayuda o apoyo para solucionar algo que le estaba sucediendo.

Los valores o creencias transmitidos por este sistema han definido y diferenciado a “las personas que valen” -las perfectas- y por consiguiente, las que van a prosperar y tener éxito laboral, personal y social en la vida, de  “las que no valen”- las imperfectas- y por consiguiente están las que están  condenadas a una vida de fracaso sin posibilidades de mejora en la vida.

Las personas que valen (dice este sistema más rígido del que hablamos) son las que hacen todas las cosas de manera independiente y autónoma, no piden ayuda, muestran seguridad y no dudan, ¡nunca! no se equivocan, y bajo ningún concepto admiten o reconocen los posibles errores o defectos que tengan, ya que esto repercute negativamente en su reputación de persona excelente y perfecta. ¡Teniendo en cuenta este paradigma cualquiera sale de su casa a pedir ayuda, y mucho menos a una desconocida!

¡Llega el cambio!

Es esperanzador notar cómo este paradigma poco a poco va cambiando y se transforma en un marco que dice:

  1. La perfección no existe, no hay una única forma válida de ser o estar, sino que hay diversidad y ésta es la que representa la riqueza del mundo.
  2. Somos seres sociales y por tanto necesitamos de las demás personas para crecer, aprender y mejorar. Pedir ayuda es un acto de mucho valor, valentía y poder personal.
  3. Experimentar momentos de inseguridad es natural y nos ayuda a identificar y notar lo que nos está sucediendo. De esta manera es más fácil comprender con qué dificultades nos estamos encontrando para alcanzar una seguridad más placentera. Negar la inseguridad solo contribuye a no aceptar nuestras emociones o sensaciones y por lo tanto imposibilita transformarlas.
  4. Equivocarse es la base del aprendizaje, a partir de nuestros errores vamos dándonos cuenta de lo que no funciona o puede generar daño. Entonces, podemos encontrar maneras más eficientes y sanas de funcionar y relacionarnos, que cuiden más a las personas. Cuando nos equivoquemos tenemos también la oportunidad de compartirlo y entender el aprendizaje como algo colectivo y no individual.
  5. Actuamos como hemos aprendido y esto no siempre significa que sea una manera justa o placentera de relacionarnos con nosotras mismas y con nuestro alrededor. Nuestra conducta se expresa a través de un sistema de creencias y una mochila de vida, cargada de experiencias personales bonitas y alegres cómo también tristes, difíciles y dolorosas. Para cambiar patrones internos, es necesario tomar consciencia de dónde vienen, tener una mirada de compasión hacia nosotras mismas que nos anime a seguir mejorando.

¿Qué beneficios ofrece un espacio de acompañamiento individual?

El simple hecho de disponer de un espacio individual donde el objetivo es atender y acompañar las necesidades de una persona supone un beneficio incalculable.

Un espacio donde cada cuál es el centro y lidera su camino de crecimiento al lado de alguien externo que le escucha y le acompaña. Un lugar donde todas las emociones son bienvenidas y sin juicio, acogidas. Un espacio que permite expresarse, tomar consciencia de lo que sucede y poder explorar nuevas posibilidades de hacer, ser y sentir.

Es importante diferenciar:

  1. Los acompañamientos terapéuticos, que pueden abordar situaciones de crisis emocionales fuertes, posibles síntomas de depresión, estados alterados, situaciones de trauma, etc.
  2. Los acompañamientos individuales, mentorías o coaching que pueden dar respuesta a abordar situaciones difíciles o complejas tanto en el ámbito laboral como personal pero que no se encuentran en un marco terapéutico, ni el objetivo es abordar situaciones traumáticas.

La posibilidad de contar con un espacio personal responde a mejorar el bienestar de una persona y en consecuencia del entorno con el que se va a relacionar.

¿Cómo es un proceso de acompañamiento individual? Pasos

¿Cómo se puede hacer a la idea alguien que no ha tenido nunca un espacio de acompañamiento individual, para entender de lo que se trata? A continuación, se definen una serie de pasos generales que pueden guiar el rumbo de un proceso de acompañamiento, teniendo en cuenta que cada profesional usa su propia metodología y pautas.

  1. Identificación: Identificar qué situaciones te están retando en la actualidad, que te generen alguna incomodidad o tensión. Cuál es el contexto, cuándo y cómo suceden.
  2. Expresión: Expresar cómo y qué sientes en estas situaciones. Dar espacio a la emoción y a la expresión de ella a través del cuerpo.
  3. Exploración: Explorar tus roles y tus patrones más conocidos, detectar qué cualidades tienen, cuál es su potencial y también cuál es la parte que ya no te sirve ni es útil en dicha situación. Explorar también aquellos roles o conductas nuevas, lo que no haces tanto en tu día a día y podría ser útil en las situaciones que quieres abordar. ¡Espacio para dejar volar la creatividad!
  4. Definición de objetivos: Después de abrir posibilidades, experimentar conductas nuevas y tomar consciencia de los límites internos, es el momento de definir aquello concreto que empezaremos a transformar. Los cambios van despacio y requieren tiempo. Es difícil cambiar muchas cosas a la vez, en este paso la persona se detiene a elegir y decidir qué empezará a hacer distinto, cuándo, y de qué manera.
  5. Acción: Poner en práctica los objetivos definidos. Llevar a la realidad diaria las propuestas que se han generado en la exploración individual, y de este modo, empezar a transformar las propias dinámicas.  
  6. Revisión: Valorar cómo ha sido la experiencia al implementar estos cambios en tu cotidianeidad, expresar cómo te hacen sentir. Este es un espacio de feedback para analizar lo sucedido y proponer nuevas posibilidades para seguir aprendiendo y alcanzando tu mejor versión.

¿Qué situaciones se pueden tratar en un acompañamiento individual?

Como se ha ido diciendo anteriormente, lo que para una persona supone un reto, incomodidad, desafío…, puede ser el motor para empezar a encender el proceso de revisión y crecimiento personal.

Algunos ejemplos:

Sentir incomodidad en el ámbito laboral

Alguien está sintiendo una tensión en el trabajo, con una compañera o con el propio equipo, la comunicación resulta difícil y ha llega un punto en el cual se convive con un malestar, pero es difícil comunicarlo y encontrar soluciones a esta situación.

Explorar el propio liderazgo

Una persona está liderando o coordinado un equipo y decide encontrar un espacio de revisión para analizar cómo está ejerciendo el liderazgo, cómo vive y valora el liderazgo el resto del equipo, que clima se respira, etc.

¿Con qué dificultades se encuentra la persona que lidera? ¿Cómo experimentan este liderazgo las otras personas del equipo?, ¿se tienen detectados todos los talentos y potenciales del equipo? ¿Se están aprovechando al máximo? ¿Qué se puede hacer desde el liderazgo para contribuir a un mayor bienestar de todo un equipo y organización?

Dificultades en los grupos o equipos de los que se es parte

Se forma parte de un grupo en el que resulta difícil expresarse con libertad y comodidad. Sobre todo cuando la opinión o idea no es la que tiene la mayoría (esto puede suceder tanto en contextos laborales como personales). ¿Cuál es la dificultad para expresarse? ¿Cómo actúa el grupo cuando se expresa la diferencia? ¿Puedo traer mi propia autenticidad sin sentirme oprimida? ¿Cómo conectar con el poder personal para comunicar lo que se quiere?

Éstas son sólo algunas de las mil situaciones que experimentan las personas en su día a día y que cuando se empieza un proceso de acompañamiento individual es posible analizar lo que está sucediendo y obtener herramientas para mejorar la vivencia interna y colectiva.

¿Hay inconvenientes en iniciar este proceso?

Empezar un proceso de crecimiento personal implica cambiar pensamientos, comportamientos y actitudes. Esto puede sorprender o molestar a quienes están en el entorno de la persona, ya que esperan que actúe de la misma forma que antes.

Cuando alguien cambia su comportamiento, como pasar de callarse en situaciones incómodas a expresar sus incomodidades, el entorno puede reaccionar negativamente al principio. A esto le llamamos resistencia al cambio, y es importante ser conscientes de ello y enseñar a las demás que existen nuevas formas de interactuar para lograr que todas se sientan más cómodos

En ningún caso esto es un inconveniente ya que querer estar mejor con una misma y con el entorno sólo tiene beneficios para el mundo. Al mismo tiempo, hay que estar preparada para encontrarse con este tipo de resistencias y poder verlas cómo un elemento más que hay que tener en cuenta en los procesos de cambio.

Acompañamiento individual en El Camino del Elder

En El Camino del Elder ofrecemos este espacio de acompañamiento individual desde dos enfoques: un enfoque integral como el explicado en este artículo, en el que incorporamos herramientas de PNL y Trabajo de Procesos, entre otras disciplinas, y un acompañamiento basado en el mentoring:

¿Qué aporta el Mentoring al acompañamiento individual?

El mentoring es un proceso por el cual una persona aprende por medio de la experiencia de otra. Es un aprendizaje guiado donde alguien enseña y alguien aprende desde la confianza que define la relación, así ambas aprenden. Nos apoyamos en el aprendizaje experiencial continuo y activo a través de la reflexión, el autoconocimiento y el análisis de los distintos procesos de los que somos parte en nuestros equipos.

De este modo acompañamos a líderes y responsables de equipo a revisar y mejorar sus habilidades de liderazgo con el fin de avanzar hacia un estilo de liderazgo facilitador y transformador. 

Si queréis saber más sobre nuestros acompañamientos individuales podéis poneros en contacto con nosotras y agendar una llamada para conversarlo.

Si después de leer este artículo queréis compartir con nosotras qué ha supuesto tener un espacio de revisión personal, qué dudas os genera empezar a tenerlo o cualquier reflexión que queráis hacer, nos encantará leeros. 

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