A lo largo de la historia los seres humanos hemos pasado por momentos de cierta calma, cuando todo a nuestro alrededor está «en orden» y «bajo control» y por otros de mayor incertidumbre, desasosiego y ansiedad por un futuro que percibimos con temor. En ambos casos se trata de percepciones subjetivas, pues el cambio y la necesidad de adaptarse a él siempre han estado presentes en sistemas tan vivos como las comunidades humanas y los ecosistemas que habitan. ¿hay entonces alguna diferencia entre la situación actual y otros momentos de la historia?
El pasado martes celebramos una Masterclass en el marco de nuestro programa formativo «Facilitación y Elderazgo online». Ulises compartió con nosotras algunas pautas y conceptos sobre lo que significa liderar en tiempos inciertos. Os dejamos con algunos apuntes que nos resultaron interesantes.
Liderar en tiempos inciertos nos lleva a recordar que el resto de nuestros tiempos como especie humana no han dejado nunca de ser una dura lucha por la supervivencia y la adaptación. Es decir, difíciles. Sin embargo los cambios ahora son mucho más rápidos, sobre todo en el plano tecnológico y a nivel de conocimiento. Esto implica que nuestra capacidad de adaptación es más lenta porque los cambios «corren» más que nosotros.
A nivel interno nuestro nivel de conciencia sigue siendo lento. Por más que corra y ascienda la curva de conocimiento. No está tampoco tan alejado del de otras épocas. Desde ahí sentimos la incomodidad por nuestra poca capacidad de interpretar lo que está sucediendo y el reto que supone a nivel adaptativo. Cambio climático, desigualdad en el mundo, y otros muchos factores vienen a demostrar que no estamos preparadas para dar una respuesta tan adaptativa como la que el mundo requiere.
Liderar en la complejidad
Vivimos en sistemas complejos. Desde nuestras relaciones más íntimas: familia, pareja o amigos, hasta sistemas mayores como comunidad,, pasando por hasta sistemas medios como equipos u organizaciones. Vista desde este plano el liderazgo es una capacidad para encontrar una respuesta inteligente, adaptativa y afectiva a la vez que cuida a las partes del sistema. Cuida de las contribuciones, que son más ricas cuanto más diversas.
Los sistemas humanos nunca hemos perdido la capacidad de dar ese tipo de respuesta. Así no importa tanto nuestra respuesta como tal sino el hecho de que contamos con esa capacidad. Cuando podemos conectar individualmente con esa capacidad colectiva, podemos llevar a nuestros grupos organizaciones y comunidades a un lugar de mayor adaptabilidad.
Liderar: una capacidad del sistema
Visto así el liderazgo es una capacidad del sistema. Las personas contribuyen a que el sistema encuentre esa respuesta. Pero eso no define lo que significa ser un líder o una líder. Hay contribuciones individuales por tanto que sí que ayudan a mejorar la capacidad de respuesta del sistema. Son intervenciones del liderazgo. Y cuando hace su aportación decimos que está jugando su rol de líder. No significa por ello que sean necesariamente líderes. Una persona es líder cuando es capaz de contribuir a esa capacidad del sistema. El liderazgo es un rol. Podemos jugarlo en unas ocasiones o no jugarlo.
Los teóricos del liderazgo diferencian entre la gestión y el liderazgo. Se puede ser un buen gestor/a en cualquiera de los ámbitos que imaginemos. Pero no significa que sean lideres. Se gestiona lo cotidiano, y como líderes damos respuesta a retos de desbordan la cotidianeidad. Liderar por tanto no tiene tanto que ver con la gestión sino en contribuir a crear y sostener las condiciones para crear respuestas más creativas y adaptativas.
En El Camino del Elder llamamos a esta capacidad Elderazgo.
Elderazgo como la capacidad de un sistema vivo social para dar una respuesta inteligente, afectiva y adaptativa a los retos que le llegan, a la vez que cuida de las personas que lo forman desde el respeto por la diferencia y la conciencia del poder. Esto es capacidad para crear y sostener espacios conversacionales donde la diferencia pueda:
- expresarse de una manera respetuosa, segura y completa
- ser reconocida o apreciada por el conocimiento y valor que aportan al sistema
- ser integrada en ideas y visión más amplias, pasando del rechazo/polarización a la complementariedad
Tareas del rol de líder consciente
¿Cómo podemos trabajarnos las personas para desarrollar estas características de liderazgo facilitador o de elderazgo y ocupar ese rol? Recordemos que liderar es -según lo visto anteriormente- ocupar una posición desde la que contribuir a la capacidad adaptativa de un sistema desde el cuidado a las personas. Lo que importa es por tanto la capacidad del sistema, y como personas la importancia radica en ser capaces de desempeñar determinadas «tareas» que contribuyen a esa capacidad del sistema. Las más significativas son:
- Acoger las diferencias: todas son bienvenidas por el valor que aportan, aunque la forma en la que se traen no sean adecuadas. cuando se expresa con forma de dolor, insulto o acusación es difícil.
- Ayudar a determinar qué es relevante: con toda la información que manejamos ¿Cómo decidimos con cuál quedarnos de cara a tomar una decisión?
- Cuestionar patrones existentes: Las personas actuamos desde un lugar de poco conocimiento y nos lleva a repetir patrones que no ayudan a mejorar la efectividad del sistema. Esto implica acompañar a las personas en sus procesos de cambio para que alcancen unos lugares desde los que responder de una forma más efectiva para el sistema.
- Fomentar la comunicación efectiva. Empatía, feedback, comunicación no violenta, o cualquier otra forma de comunicación que cuide de las personas y atienda a sus necesidades.
- Ayudar a integrar las diferencias: No solo a respectar sino a tomar decisiones que impliquen a todas esas diferencias. Ir más allá para encontrar respuestas que dejen satisfechas a muchas de las personas que traen esas diferencias. Punto de trabajo personal ¿Cuánto puedo convivir con ideas que no son las mías? A nivel grupal ¿Cómo consigo que todas las aportaciones puedan servir para que lo que resulta de la integración lleva un poquito de todas las partes, también de las minorías
- Abordar tensiones y conflictos: El encaje de las diferencias no siempre es fácil. El miedo a perder poder es muy grande y esto justifica el miedo a los conflictos y actitudes que llevan a ocultar las tensiones
- Favorecer la auto organización: Los sistemas ideales son los que funcionan con mucha autonomía, pero en los sistemas humanos no contamos con la capacidad de responsabilizarnos de nuestras decisiones siempre y a todos los niveles. Debemos acompañar en ese proceso de ganancia de autonomía.
- Fomentar la sabiduría colectiva: La que emerge del sistema a partir de la contribución de quiénes la forman.
Habilidades requeridas para liderar de forma consciente
Para finalizar debemos saber que para ocupar este rol correctamente y apoyar la anterior lista de «tareas» debemos de contar, o más bien desarrollar distintas habilidades… Habilidades que trascienden a las competencias o habilidades profesionales. Que tienen más que ver con nuestra forma de estar en el mundo, nuestra capacidad para abrirnos al feedback de cara a nuestra propia mejora personal o con la intencionalidad de nuestras acciones. Esto va más de ser buenas personas…
Implica revisar quiénes somos y cómo nos relacionamos con otras personas y con el mundo. Quién soy
Implica un trabajo personal y relacional para cambiar aquellas reglas y patrones internos que limitan nuestra capacidad de liderazgo. Algunas de estas reglas están y arraigadas a nuestra identidad y este trabajo es arduo y lento.
Implica una intención consciente. Nos podemos desprender de dichas reglas y dar más espacio a otras partes de nuestra identidad que permiten dar lo mejor de nosotras mismas, pero sólo a partir de una intención y práctica consciente. No es una meta, sino un camino de aprendizaje y de crecimiento.
El trabajo es arduo, pero necesario para estos tiempos inciertos…
Y tu ¿quieres contribuir al liderazgo del sistema?